Diálogo y presencia como alternativas ante la violencia

Los conflictos son parte de nuestras vidas. Por tal razón, donde haya seres humanos, habrá conflictos. Nuestras comunidades enfrentan de modo cotidiano el reto de lidiar con los conflictos y no siempre cuentan con las destrezas apropiadas. Sin embargo, existen alternativas para que los conflictos no se conviertan en violencia directa. Creo fielmente, que la violencia es prevenible.

Por estas razones me he dedicado a estudiar el fenómeno de la violencia y a buscar alternativas (modelos, estrategias, etc.) para prevenirla. Como el resultado de esta búsqueda he creado el Modelo Loiceño de Mediación Ciudadana (MLMC). El MLMC analiza las estrategias que se utilizan en el programa Acuerdo de Paz para la prevención/interrupción de la violencia en Loíza. El modelo utilizado por este programa entiende la violencia como un problema de salud pública y prioriza la mediación de conflictos y el diálogo como medio para lograr acuerdos comunitarios, entre los jóvenes, que redunden en menos violencia, tiroteos y asesinatos. Acuerdo de Paz está basado en el “Cure Violence Model” desarrollado por el epidemiólogo Gary Slutkin y la Universidad de Illinois, en Chicago. Este modelo basado en la experiencia, entiende la violencia como una enfermedad y utiliza estrategias desde la epidemiología para contrarrestarla. Desde su implementación en comunidades de Chicago, hasta la experiencia en Loíza, este modelo ha tenido logros significativos e impresionantes, como lo fue una reducción de un 53% en los asesinatos del municipio de Loíza para el año 2012.

El MLMC es el resultado de un proceso de sistematización de la experiencia donde se recopilan las mejores prácticas desde la experiencia de sus protagonistas: La comunidad. 

Screen Shot 2016-06-01 at 11.20.38 AM.pngLa iniciativa buscar establecer proyectos comunitarios para la prevención de violencia dirigidos a jóvenes de alto riesgo, en comunidades de alta incidencia criminal. Los resultados finales centran al diálogo y la presencia de líderes comunitarios negociando en la comunidad como los pilares fundamentales del programa. He diseñado, a su vez una guía comunitaria que puede servir a cualquier comunidad con circunstancias similares a establecer un modelo de mediación ciudadana en su comunidad para la prevención, reducción e interrupción de violencia.

El modelo ha sido presentado en la Conferencia Avances en la Investigación y Acción con la Niñez y Juventud, que celebró el pasadado mes de septiembre la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez, en la Convención Anual de la Asociación de Psicología de Puerto Rico y en la Conferencia Puertorriqueña de Salud Pública. Estas prácticas han sido documentadas para uso de otras comunidades que quieran desarrollar iniciativas para la prevención y reducción de violencia.

 
942865_1001191469968710_5655177000499493383_n.jpgJohn Paul Ayala, es psicólogo social-comunitario, mediador de conflictos y proveedor de adiestramiento certificado por el Negociado de Métodos Alternos para la Solución de Conflictos del Tribunal Supremo de Puerto Rico.

 

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UnknownComité de Prevención de Violencia – Asociación de Psicología de Puerto Rico

Si no es ahora, ¿Cuándo?: prevención de violencia y comunidad

Llevo varios años trabajando con prevención e implementando el Modelo de Prevención Estratégica, promovido por el Centro de Prevención de Abuso de Sustancias (CSAP por sus siglas en inglés). Éste es un modelo que integra la participación comunitaria y promueve el cambio tanto a nivel individual como ambiental. Además, está enmarcado en la sustentabilidad (tanto económica como del esfuerzo a largo plazo) y la competencia cultural (que lo que se haga realmente responda a la población y al contexto donde se implementa).

El Modelo consiste de los siguientes pasos:

  • Estudio de necesidades y recursos: en este paso, a través de la recopilación de datos, se identifican las necesidades y prioridades, los recursos y el apresto (disposición) de la organización, del equipo de trabajo y de la comunidad. Se pueden utilizar diversos métodos: entrevistas a personas clave, grupos focales, encuestas, cuestionarios. Se recomienda la combinación de metodologías cuantitativas y cualitativas.
  • Capacitación: en este paso se capacita a la organización, al equipo de trabajo y a la comunidad para que puedan atender las necesidades y prioridades que se identificaron en el paso 1.
  • Planificación: en este paso se desarrolla un plan estratégico basado en datos científicos así como un modelo lógico (representación visual del proyecto). Además, se seleccionan las prácticas basadas en evidencia que se van a implementar.
  • Implementación: en este paso se implementa el plan estratégico considerando la adaptación cultural así como las prácticas basadas en evidencia que se seleccionaron según las necesidades y prioridades identificadas en el Paso 1.
  • Evaluación: en este paso se evalúa la implementación que se hizo en el paso anterior. No obstante, la evaluación es algo que se hace durante todos los pasos del Modelo ya que es importante identificar aquello que debe corregirse, fortalecerse o cambiarse.

Cada paso, aunque aparentemente sencillo, requiere que se lleve a cabo de manera concertada y con la inclusión de las personas afectadas / impactadas por el problema que se trata de prevenir. Por ejemplo, si este modelo fuera a implantarse para prevenir alguna manifestación de la violencia es importante que se incluyan las voces de las personas que de alguna manera viven y “conocen” cotidianamente dicha manifestación, que se incluyan diversos sectores sociales que tengan la voluntad de aunar esfuerzos en esta prevención, que haya una participación real a través de todos los pasos del Modelo y que el proceso sea guiado por datos epidemiológicos para evitar “dar palos a ciegas” y no dejarse llevar por el “yo creo que esto funciona” o por el “a mí me dijeron que esto funcionaba”.

Recordemos que la violencia es un fenómeno complejo con múltiples manifestaciones. Por lo mismo, esta complejidad debe ser considerada al momento de recoger los datos para identificar las necesidades y las prioridades con las que se vayan a trabajar al igual que cuando se seleccionen las prácticas basadas en evidencia que se van a implementar. Es importante que estas prácticas sean adaptadas culturalmente ya que cada comunidad tiene sus particularidades y puede ser que lo que en el escenario A sea un “éxito” simplemente no funcione en el B.

A mi entender, este Modelo puede utilizarse para prevenir la violencia en Puerto Rico. Tuve la oportunidad de implementarlo para prevenir el consumo de alcohol en menores y la verdad es que los resultados fueron muy satisfactorios además de que la comunidad se apoderó del proceso e implementó estrategias para promover el desarrollo saludable de la juventud.

Yo creo que no hay que esperar a que surja el problema para entonces prevenirlo. Por lo tanto, creo que la violencia es prevenible y que es hora de utilizar modelos que funcionan en vez de utilizar aquellos que ven la punición como la única alternativa.

 

 

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La doctora Yesenia Delgado Castillo es psicóloga social comunitaria con experiencia en la implementación del Modelo de Prevención Estratégica y en procesos comunitarios.

 

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