Analfabetismo y desigualdad

Actualmente hay 781 millones de personas en el mundo que carecen, en mayor o menor grado, de competencias en las áreas de escritura y lectura, según estadísticas del Informe de Seguimiento de Educación para Todos de la UNESCO (2015). Las personas analfabetas tienen mayor probabilidad de vivir en los márgenes de pobreza, ser dependientes de otra persona, tener baja autoestima (Baca Lobera, 2009), ejercer trabajos manuales como la limpieza de casas o cuidado de ancianos y depender de otros para hacer diligencias. Además, el analfabetismo no afecta solamente a la persona analfabeta sino a sus hijos y su entorno tanto familiar, como comunitario (Benítez, Manrique y De Mier, 2014).

Los adultos que no aprendieron a leer y escribir en edad escolar tienen dificultades con una serie de destrezas cognitivas como la memoria de trabajo, el proceso de abstracción, la memoria semántica a largo plazo, dificultad con cálculos matemáticos (Reis, Guerrero y Petersson, 2003), así como la toma de decisiones y planificación, la atención (Abadzi, 2005), destrezas motoras y visoespaciales (Ardila et al, 2010). Existen diferentes explicaciones para entender porque las personas son analfabetas o iletradas. Por una parte se puede considerar la dimensión social que considera la pobreza, el labor infantil y el poco acceso a las escuelas, como razones para la deserción escolar o la falta de escolaridad. Por otra parte, la dimensión personal que se refiere a problemas de aprendizaje o condiciones cognitivas y/o físicas que afecten el desempeño y la retención en el salón de clases (Ardila et al, 2010).

Entendemos como alfabetización:
“las habilidades lingüísticas y cognitivas necesarias para el ingreso al mundo de los conocimientos que la humanidad ha producido a lo largo de su historia y que han sido conservados mediante la escritura. Las personas participan de este conocimiento cuando pueden comprender el lenguaje oral y escrito, cuando pueden usar el lenguaje oral y escrito para reelaborar y producir nuevos textos y cuando pueden leer y escribir para adquirir conocimientos a partir de los textos” (Borzone et al, 2005 en Benítez, Manrique y De Mier, 2014; p. 93).

El derecho a la educación es un derecho humano que no le debe ser negado a nadie por su condición económica, su raza o género o facultades cognitivas. Saber leer y escribir supone la inserción al mundo social y el acceso a la información, así como la posibilidad de movilidad social. Según la declaración universal de derechos humanos de la ONU:

• Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.

• La educación tendrá por objetivo el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.

Como voluntaria del programa de alfabetización de adultos del Centro de Acción Urbana, Comunitaria y Empresarial (CAUCE), coordinado por la Dra. Ana Luisa Baca, he sido testigo del poder transformativo de la palabra escrita y del empoderamiento que supone potenciar las capacidades y destrezas de personas a las que el sistema educativo formal les falló, o que las condiciones económicas impidieron su acceso a la escolaridad. Es de suma importancia invertir recursos, esfuerzos en la educación básica de lectoescritura, así como en el desarrollo del pensamiento crítico para la formación de ciudadanos creativos, autónomos y solidarios.

Referencias:
Abadzi, H. (2005). Adult illiteracy, brain architecture, and empowerment of the poor. Adult Education and Development, 65,19–34.

Ardila, A., Bertolucci, P. H., Braga, L. W., Castro-Caldas, A., Cole, M., Judd, T., Kosmidis, M. H., Matute, E., Nitrini, R., Ostrosky-Solis, F., and Rosselli, M. (2010). Illiteracy: The Neuropsychology of Cognition without Reading. Archives of Clinical Neuropsychology, 25(8), 689–712.

Baca Lobera, A.L. (2009). La investigación neurológica y los adultos iletrados. Revista Interamericana de Psicología, 43(3), 491-495.

Benítez, M. E., Manrique, S. & De Mier, V. (2014). Las dimensiones sociales, cognitivas y lingüísticas del proceso de alfabetización en jóvenes y adultos Aportes de la investigación y la práctica. Revista Interamericana de Educación de Adultos, 37(1), 89-106.

La declaración universal de derechos humanos (s.f.). Recuperado de http://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/

Reis, A., Guerreiro, M & Petersson, K.M. (2003). A Sociodemographic and Neuropsychological Characterization of an Illiterate Population. Applied Neuropsychology, 10(4), 191-204.

UNESCO (2015). La Educación para Todos, 2000-2015: logros y desafíos. Ediciones UNESCO.

Foto I.L.P.

Irene Lafarga Previdi
irene.lafarga@gmail.com
Estudiante graduada de psicología Social Comunitaria de la Universidad de Puerto Rico con interés en la investigación e intervención sobre temas diversos como la trata humana, la alfabetización de adultos, y asuntos de género y sexualidad.

 

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Reflexión sobre el uso de la música en la prevención de violencia

En el 1996, la Asamblea Mundial de la Salud declaró la violencia como un asunto prioritario para la salud pública. Según Krug, Mercy, Dahlberg y Zwi (2002), alrededor de 4,400 personas perecen todos los días debido a actos violentos auto-dirigidos, interpersonales o colectivos, cuyas causas resultan ser complejas y ocurren en diferentes niveles (ver Krug et al., 2002). No obstante, las investigaciones sobre violencia escolar han aumentado significativamente (Cava, Buelga, Musitu y Murgui, 2010). De igual forma, diversos estudios han arrojado lo extendido que se encuentra este fenómeno, el cual está presente en todos los países (Del Barrio et al., 2008; Del Rey y Ortega, 2008; Smith, 2004). Esta violencia envuelve varios tipos de conductas transgresoras que tienen lugar en escuelas e institutos. Entre éstos se encuentran actos delictivos leves, que incluyen la rotura de cristales, hasta patrones de comportamiento más graves y relacionados con la agresión física y verbal a profesores y compañeros (Cava y Musitu, 2002; Díaz-Aguado, Martínez y Martín, 2004). Por tal motivo, existe la preocupación, necesidad e interés de incrementar intervenciones dirigidas a contrarrestar la violencia escolar. Para propósitos de la discusión, se expondrá y analizará la propuesta de Nöcker-Ribaupierre y Wölfl (2010), cuyo trabajo parte desde la práctica de la musicoterapia.

Las escuelas son la base de la formación de individuos en una sociedad. En los últimos años (ver McFerran & Wölfl, 2015; Nöcker-Ribaupierre & Wölfl, 2010), se ha abordado el planteamiento sobre los usos de la música como un mecanismo de prevención de violencia en los contextos escolares, ya que se entiende que este tipo de arte permite adquirir nuevas habilidades emocionales y cognitivas, capacitando a las personas para hacer frente a los retos de la vida (Hüther, 2004). En el proyecto piloto de Nöcker-Ribaupierre y Wölfl (2010), diseñado para amortiguar tales conductas violentas en dos escuelas en Alemania, el objetivo clínico es apoyar a los niños y adolescentes para que expresen su estado emocional y su tensión agresiva. A través de la música, los autores buscan la regulación del afecto y la agresión, la resolución de situaciones de conflicto, la evitación y la resistencia de situaciones amenazantes y el manejo constructivo dentro de un marco temático. Asimismo, el proyecto promueve el respeto recíproco, la aceptación de las diferencias individuales, la integración social y la disminución de prejuicios para desarrollar una sensación de unión emocionalmente estabilizadora, experimentada de manera lúdica y apoyada terapéuticamente. De esta forma, la música funcionará como vínculo a la diversidad e interculturalidad (Tan, Pfordresher y Harré, 2010).

De acuerdo a Congreve (2011, p. 13), “la música tiene encantos para calmar un pecho salvaje, para ablandar rocas, o doblar un roble nudoso”. En un mundo donde se puede observar la necesidad de implementar estrategias efectivas y novedosas, es imprescindible la aplicación de este arte como herramienta preventiva y curativa para promover el bienestar y el desarrollo social dentro del contexto escolar. Sin embargo, a pesar de que ha de tener consideraciones adicionales al diseñar un programa que utilice la música como mediador de la violencia (McFerran & Wölfl, 2015), esto muestra el avance y papel que desempañan las artes en la sociedad, proveyendo así el espacio ante nuevas posibilidades, tales como la creatividad, flexibilidad y compresión de intervenciones efectivas contra la violencia.

juan

Juan Ortiz,
Estudiante sub-graduado de Justicia Criminal en la Universidad de Puerto Rico. Mis intereses académicos giran en torno a la aplicación de la músicoterapia en el escenario clínico y en el uso problemático de sustancias.

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Referencias
Cava, M. J., Buelga, S., Musitu, G., & Murgui, S. (2010). Violencia escolar entre adolescentes y sus implicaciones en el ajuste psicosocial: un estudio longitudinal. Revista de Psicodidáctica, 15(1), 21-34.
Cava, M. J., y Musitu, G. (2002). La convivencia en la escuela. Barcelona: Paidós.
Díaz-Aguado, M. J., Martínez, R., y Martín, G. (2004). Prevención de la violencia y
lucha contra la exclusión desde la adolescencia. Madrid: Ministerio de Trabajo
y Asuntos Sociales, INJUVE.
Del Barrio, C., Martín, E., Montero, I., Gutiérrez, H., Barrios, A., y De Dios, M. J. (2008).
Bullying and social exclusion in Spanish secondary schools: national trends from 1999
to 2006. International Journal of Clinical and Health Psychology, 8(3), 657-677.
Del Rey, R., y Ortega, R. (2008). Bullying in poor countries: Prevalence and coexistence
with other forms of violence. International Journal of Psychology and Psychological
Therapy, 8(1), 39-50.
Hüther, G. (2004). Ebenen salutogenetischer Wirkungen auf das Gehirn. Musiktherapeutische
Umschau, 25(1), 16–25.
Krug, E. G., Mercy, J. A., Dahlberg, L. L., & Zwi, A. B. (2002). The world report on violence and health. The Lancet, 360(9339), 1083-1088.
McFerran, K., & Wölfl, A. (2015). Music, Violence and Music Therapy with Young People in Schools: A Position Paper. Voices: A World Forum for Music Therapy, 15(2). doi:10.15845/voices.v15i2.831
Nöcker-Ribaupierre, M., & Wölfl A. (2010). Music to counter violence: a preventative approach for working with adolescents in schools. Nordic Journal of Music Therapy, 19(2), 151-161.
Smith, P. K. (2004). Bullying: recent developments. Child and Adolescent Mental
Health, 9(3), 98-103.
Tan, S. L., Pfordresher, P., & Harré, R. (2010). Psychology of music: From sound to significance. Psychology Press: New York.

No te llevarás a mi hijo: Segunda parte

En el artículo pasado de esta serie se trató el tema de los aspectos de seguridad concernientes a los funcionarios del Departamento de la Familia, al momento de remover menores de sus hogares ante una sospecha de maltrato. En el presente artículo se tratará el tema de una de las características que posibilita el maltrato de menores y por lo tanto podría incidir en la cantidad de remociones que se realizan. Esta característica es la normalización del maltrato por parte de las familias.

El término normalización se define en este caso como aquello que resulta común para cierto grupo de personas. Por tanto, para fines de este artículo, la normalización del maltrato de menores significa que los padres o personas que maltratan a un menor ven esta acción como algo normal. Por lo que no lo consideran un crimen y hasta podrían creer que resulta de beneficio para éstos.

Rosas Defáz (2016) incluye a la normalización del maltrato como una de las características que poseen las familias de los niños maltratados. El porqué de este fenómeno puede explicarse tomando en consideración que las interacciones familiares están influenciadas por factores sociales, culturales, emocionales, conductuales y de la organización familiar, que en muchas ocasiones favorecen el mantenimiento del fenómeno de la violencia. Esto se ve ejemplificado especialmente en las creencias acerca de los roles que deben ser asumidos por cada uno de los miembros de la familia: Hombre (dominante), Mujeres y niños (sumisos). Además, por la normalización y justificación de la violencia en el interior de la familia, estrategia para solucionar problemas (Camacho Rojas, s.f).

No se normaliza únicamente el maltrato físico, que es el que en muchas ocasiones se asocia con la violencia, sino que se suelen normalizar otros tipos de maltrato. Ayala Joya, Cortes Rodríguez, Parra Rojas y Vasco Martínez (2016), indican que la violencia en el ámbito familiar constituye una problemática de tipo social, la cual se encuentra a su vez asociada a factores de tipo interpersonal, económico y cultural, y que durante décadas ha sido normalizada debido a que tanto el maltrato físico, como verbal o psicológico, son mecanismos usados frecuentemente para disciplinar y educar, utilizados por las madres y padres con sus hijos.

Ante esta normalización de situaciones que pueden ser consideradas como maltrato de menores, se pueden plantear varias alternativas para ayudar en este caso a los niños, ante un ambiente en donde la violencia está normalizada. Una alternativa es la construcción de la resiliencia en los niños. La resiliencia se define como la resistencia frente a la destrucción, es decir, la capacidad para proteger la propia integridad bajo presión, y más allá de la resistencia, la capacidad de forjar un comportamiento vital positivo (Muñoz Garrido y de Pedro Sotelo, 2005). Entre las formas de construir la resiliencia en los niños se encuentran las siguientes alternativas:

1. Ambiente social facilitador: Se refiere a redes de apoyo social, como grupos comunitarios y religiosos. También, a modelos positivos y a la aceptación incondicional del niño o adolescente por parte de su familia, amigos y escuela.

2. Recursos personales: Es la fuerza psicológica interna que desarrolla el niño en su interacción con el mundo. Así también la autoestima, autonomía, control de impulsos, empatía, optimismo, sentido del humor y fe o creencia en un ser superior o en la fraternidad universal.

3. Habilidades sociales: Ser capaz de manejar situaciones de conflicto, de tensión o problemas personales (Muñoz Garrido y de Pedro Sotelo, 2005).

Al plantear la alternativa de la construcción de la resiliencia en los niños como una forma de protegerlos del maltrato, no se desea implicar que el maltrato sea adecuado y aceptable. Lo que se busca es plantear una alternativa práctica y realizable que sirva como factor de protección ante la violencia. Es crear alternativas ante la vulnerabilidad social que los niños sufren como grupo.

fotoIrmaris Cruz Núñez M.A. es psicóloga académica investigativa y estudiante a nivel doctoral. Actualmente realiza su disertación doctoral en el tema de la remoción de menores por parte del Departamento de la Familia.

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IMPORTANCIA DE EDUCARSE SOBRE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO

La Asociación de Psicología de Puerto Rico (APPR) es una organización líder en la generación de conocimiento psicológico y su aplicación para promover la formación y el desarrollo de profesionales de la psicología en Puerto Rico, la salud integral, los derechos y la dignidad del ser humano. La Asociación, la cual reúne y representa los intereses de los y las profesionales de la psicología y de aquellos en formación, desea pronunciarse a través de su Junta Directiva y del Comité de Asuntos sobre la Comunidad LGBT respecto a las expresiones del Presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz y de la designada Secretaria del Departamento de Educación, Julia Keleher.

El 24 de enero, en la vista de la Comisión de Nombramientos, se interrogó a la Sra. Keleher sobre su posición acerca de los asuntos de perspectiva de género. Según la prensa escrita, el Presidente del Senado leyó un fragmento del Plan para Puerto Rico que indica: “…la educación sexual de nuestros niños es responsabilidad de los padres, y que la misma debe ser libre de intromisiones indebidas del gobierno” y estos enunciados fueron aceptados por la Sra. Keleher. Hoy, Rivera Schatz solicitó formalmente que se confirme la derogación de la política sobre perspectiva de género en el Departamento de Educación.

Considerando la confusión que personas tienen con relación a este asunto, la Asociación de Psicología de PR desea educar acerca de la perspectiva de género. En primer lugar, la perspectiva de género no es lo mismo que educación sexual, ni educar sobre la comunidad LGBT (La Fountain-Stokes en Bickel, 2015). La perspectiva de género está ligada a la erradicación de la violencia de género, la pobreza y la desigualdad, entre otras (USAID, 2008; OMS, 2016). La misma intenta eliminar el trato desigual de la mujer frente al hombre. Por tanto, estar en contra de la perspectiva de género equivale a permitir que la mujer sea una ciudadana de segunda categoría.

En segundo lugar, si se hablara de educación sexual, se puede establecer que múltiples organizaciones han reconocido la importancia de que dicho tema permanezca dentro del currículo escolar (APA, 2005; APHA, 2006; AMA, 2007; NEA, 2007). Por ello, la Asociación se ha expresado a favor de integrar la educación sexual en los currículos escolares.

El Dr. Miguel Vázquez-Rivera, miembro de la Asociación, indica: “nos preocupa la desinformación de los altos funcionarios de este país y nos ponemos en la disposición de brindarles información científica sobre estos temas. Aunque los sectores religiosos conservadores posiblemente no estén de acuerdo con las comunidades LGBT, queremos aclarar que en este caso no hablamos de comunidades LGBT, sino hablamos de la equidad para la mujer, asunto en el que todos debemos estar de acuerdo”. Por su parte, la Dra. Zahíra L. González Colón, Presidenta de la APPR, expresa “educarnos acerca de la perspectiva de género es ampliar las posibilidades hacia el trato digno y justo, a la vez que se valora la equidad y diversidad, se promueve la inclusión y se respetan los derechos humanos”.

La Asociación de Psicología exhorta a los funcionarios gubernamentales a educarse respecto a la perspectiva de género. Ponemos a la disposición los recursos de nuestra Asociación para educar sobre éste y otros asuntos que impactan el bienestar psicológico e integral de nuestro pueblo. Tenemos el deber social de examinar cómo formamos parte del problema de la violencia y la inequidad, pero más aún, cómo podemos ser parte de la solución.

Para más información puede comunicarse a la Asociación de Psicología de Puerto Rico al 787.751.7100 o escribir a info@asppr.net.

 

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Los conflictos son parte de nuestras vidas. Por tal razón, donde haya seres humanos, habrá conflictos. Nuestras comunidades enfrentan de modo cotidiano el reto de lidiar con los conflictos y no siempre cuentan con las destrezas apropiadas. Sin embargo, existen alternativas para que los conflictos no se conviertan en violencia directa. Creo fielmente, que la violencia es prevenible.

Por estas razones me he dedicado a estudiar el fenómeno de la violencia y a buscar alternativas (modelos, estrategias, etc.) para prevenirla. Como el resultado de esta búsqueda he creado el Modelo Loiceño de Mediación Ciudadana (MLMC). El MLMC analiza las estrategias que se utilizan en el programa Acuerdo de Paz para la prevención/interrupción de la violencia en Loíza. El modelo utilizado por este programa entiende la violencia como un problema de salud pública y prioriza la mediación de conflictos y el diálogo como medio para lograr acuerdos comunitarios, entre los jóvenes, que redunden en menos violencia, tiroteos y asesinatos. Acuerdo de Paz está basado en el “Cure Violence Model” desarrollado por el epidemiólogo Gary Slutkin y la Universidad de Illinois, en Chicago. Este modelo basado en la experiencia, entiende la violencia como una enfermedad y utiliza estrategias desde la epidemiología para contrarrestarla. Desde su implementación en comunidades de Chicago, hasta la experiencia en Loíza, este modelo ha tenido logros significativos e impresionantes, como lo fue una reducción de un 53% en los asesinatos del municipio de Loíza para el año 2012.

El MLMC es el resultado de un proceso de sistematización de la experiencia donde se recopilan las mejores practicas desde la experiencia de sus protagonistas: La comunidad. 

La iniciativa dirigida a poder establecer proyectos comunitarios para la prevención de violencia dirigidos a jóvenes de alto riesgo, en comunidades de alta incidencia criminal. Los resultados finales centran al diálogo y la presencia de líderes comunitarios negociando en la comunidad como los pilares fundamentales del programa. He diseñado, a su vez una guía comunitaria que puede servir a cualquier comunidad con circunstancias similares a establecer un modelo de mediación ciudadana en su comunidad para la prevención, reducción e interrupción de violencia.

El modelo ha sido presentado en la Conferencia Avances en la Investigación y Acción con la Niñez y Juventud, que celebró el pasadado mes de septiembre la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez, en la Convención Anual de la Asociación Puertorriqueña de Psicología y en la Conferencia Puertorriqueña de Salud Pública. Estas prácticas han sido documentadas para uso de otras comunidades que quieran desarrollar iniciativas para la prevención y reducción de violencia.

942865_1001191469968710_5655177000499493383_n.jpgJohn Paul Ayala, es mediador de conflictos y proveedor de adiestramiento certificado por el Negociado de Métodos Alternos para la Solución de Conflictos del Tribunal Supremo de Puerto Rico. Sus estudios graduados son en psicología social, lo que le da una perspectiva amplia y profunda sobre comunicación y aprendizaje. Tomó una certificación en Programación Neuro-Lingüística y otra como Hipnoterapeuta profesional

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Psicólogos promueven navidades sin balas

 

El Comité de Prevención de Violencia de la Asociación de Psicología de Puerto Rico y la Junta Directiva de la organización, está comprometido con las prácticas de prevención para trabajar el fenómeno de la violencia  en Puerto Rico. Esto debido a que la evidencia científica es clara en cuanto a las estrategias idóneas para trabajar la violencia desde la prevención. La evidencia científica revela la disminución dramática y consistente de la violencia en lugares donde se utiliza la prevención como el enfoque principal.

El Comité de Prevención de Violencia de la APPR, apoya la campaña “No Balas al Aire” en la despedida de año promovida por la Policía de Puerto Rico y las comunidades. Según el psicólogo consejero, Richard Santos “esta campaña desde sus inicios ha traído resultados muy favorables en la disminución y ausencia de muertes y personas heridas por la práctica de disparar al aire en despedida de año”.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la violencia debe ser considerada como un problema de salud pública. También refiere que la estrategia para trabajar con la violencia interpersonal es la prevención primaria. La OMS define que existen tres niveles de prevención para trabajar la salud pública: la prevención primaria definida como una estrategia que evita la adquisición de la enfermedad y/o daños a personas sanas. La prevención secundaria, la cual va encaminada a detectar la enfermedad en estadios precoces en lo que el establecimiento  de medidas adecuadas pueden impedir su progresión y la prevención terciaria que comprende medidas dirigidas al tratamiento y a la rehabilitación.

La campaña “No Balas al Aire” para la despedida de año se puede conceptualizar como una estrategia de prevención primaria y  debe ser modelo para trabajar los niveles epidémicos de violencia en Puerto Rico”. Se destaca en esta campaña las siguientes virtudes que promueven su eficacia:

  1. Existe un esfuerzo gubernamental en compromiso con la prevención para trabajar la violencia.
  2. Existe un esfuerzo inter-agencial del gobierno para la educación en prevención para trabajar la violencia. Por ejemplo: este año se unió el Departamento de Corrección y Rehabilitación.
  3. Existe un trabajo coordinado e integrado con la comunidad, quienes asumen al igual que el gobierno, un rol protagónico en la prevención de la violencia. Por ejemplo: Roberto Pérez Santori, alias Papo Christian, líder comunitario del Residencial Manuel A. Pérez.
  4. Integración de artistas y medios de comunicación. Por ejemplo: Grupomanía, Cheo Feliciano en el pasado, Vico C, Julio Voltio, prensa radial, escrita y entre otros.

“La Asociación de Psicología de Puerto Rico se une a la campaña “No Balas al Aire” para la despedida de año y desea que esta época navideña sea de Amor, Paz y de Unión para nuestro pueblo” expresa la Dra. Amelia Rodríguez Acevedo, Presidenta 2016 de la APPR.

Para más información pueden comunicarse al 787-751-7100 y/o acceder a la página http://www.asppr.net

Psicólogos previenen sobre navidades no violentas

 

Campaña del Comité de Prevención de Violencia de la Asociación de Psicología de Puerto Rico busca concientizar sobre alternativas a la violencia en las navidades.

El Comité de Prevención de Violencia de la Asociación de Psicología de Puerto Rico (APPR) y la Junta Directiva de la organización presentaron su campaña en las redes sociales para la promoción de prácticas no violentas en el periodo navideño. La campaña “Tiempo de paz, en la navidad”, esta diseña por psicólogos y psicólogas de diferentes especialidades tales como psicología social-comunitaria, clínica y académica investigativa y tendrá múltiples intervenciones en los medios digitales y promoverán las mejores prácticas para la prevención de violencia en la navidad. Este comité Prevención de Violencia es coordinado por la Dra. Yesenia Delgado Castillo, y busca proveer un espacio para la discusión abierta, responsable y seria sobre el fenómeno de la violencia y la criminalidad en Puerto Rico que tenga como norte la co-construcción de una Cultura de Paz.

El psicólogo social-comunitario, John Paul Ayala Borrero mencionó: “Queremos que todo Puerto Rico pueda tener una navidad en paz. A veces solo reproducimos las misma prácticas que culturalmente, aprendimos de nuestros padres y comunidades. Esta campaña busca estratégicamente auscultar alternativas para concientizar a la comunidad”. Tiempo de paz en la Navidad, se enfocará en el tema de prevención de violencia familiar, comunitaria y en cero balas al aire en navidad. “La Asociación de Psicología de Puerto Rico les invita a disfrutar en esta navidad practicando una cultura de paz” indica la Dra. Amelia Rodríguez Acevedo, Presidenta 2016 de la APPR.

Más información en sobre el comité en:

www.asppr.net

787-751-7100

https://psicologiayprevenciondeviolencia.com/quienes-somos/

Violencia, Discapacidad y sus Efectos en la Salud Mental

El diccionario de la Real Academia Española en la última edición en su versión electrónica, nos instruye que la palabra violencia viene del latín Violentia. Esta entidad establece en una de sus definiciones de violencia como: «Acción violenta o contra el natural modo de proceder». En el mundo la violencia se representa de diversas maneras, física, verbal, sexual, etc… Todas estas modalidades de violencia pueden dejar una marca en los seres humanos que pueden tener efectos devastadores en la salud mental del ser humano. No obstante, existe un acto violento que puede tener unos efectos muy dañinos para los seres humanos. ¡La guerra! La palabra guerra, nos ilustra la misma versión electrónica del diccionario de la Real Academia Española que proviene Del germ. *werra ‘pelea, discordia’; cf. a. al. ant. wërra, neerl. medio warre. Significa, entre otras cosas, lucha armada entre dos o más naciones o entre bandos de una misma nación. También puede significar pugna entre personas.

Los actos violentos se realizan por diversas razones y a diferentes grupos poblacionales. Estos grupos poblacionales a los que se le hace una demostración violenta usualmente son grupos minoritarios y que, en ocasiones se les llama grupos vulnerables. Es de uno de estos grupos de los que me gustaría comentar en este artículo que escribo. El grupo de las personas con discapacidad y los efectos que tiene este tipo de actuación en la salud mental de este grupo poblacional.

De acuerdo a datos ofrecidos por la Organización de las Naciones Unidas, (2008) en su sección UNenable, destinada a temas relacionados a las personas con discapacidad, por cada niño que mueren en zona de guerra, 3 resultan heridos o con discapacidad permanente.

Según la Organización Mundial de la Salud, en algunos países, hasta una cuarta parte de las discapacidades son resultado de heridas y violencia. Las personas con discapacidad tienen más probabilidad de ser víctimas de la violencia o la violación, según un estudio británico de 2004, y menos probabilidad de obtener intervención policiaca, protección jurídica y cuidados preventivos. Las investigaciones indican que la violencia contra los niños con discapacidad ocurre a tasas anuales por lo menos 1.7 veces mayor que en el caso de sus pares no discapacitados. Son en estas consecuencias en las que me deseo enfocar al escribir el siguiente artículo. Cuando dos o más naciones comienzan una guerra sus efectos se sienten de inmediato en el mundo civil. Hay miedo, ansiedad y tristeza y hasta depresión.   Una de las maneras, pero no la única, de que la guerra tenga los efectos anteriormente mencionados en la población civil es a consecuencia de las minas que todavía existen en diferentes países, incluyendo Vieques, las cuales pueden explotar y hacer que miles de civiles pierdan algún tipo de extremidad. Una granada que explote en un poblado lleno de personas civiles puede hacer que esta población pueda perder algún tipo de extremidad.

Tanto en actos violentos entre vecinos, como en conflictos bélicos, existe la posibilidad de que una persona adquiera un daño cerebral a consecuencia de un golpe directo al cerebro o agresión. A esto la autora Elena Galián Paramio le llama Traumatismo Craneoencefálico (Galián,2013)

Como ya hemos visto, ya sea a consecuencia de violencia en las calles o en conflictos bélicos, las consecuencias de la violencia pueden conllevar a que personas inocentes ajenas a la situación y/o las que se encuentran en el mismo conflicto, pueden adquirir cualquier tipo de discapacidad.   Esto puede trastocar los factores psicosociales de los seres humanos. Para trabajar con la secuela que sobreviene a raíz de este tipo de acto violento, tanto con las víctimas de estos actos como con sus familiares, se podrían realizar intervenciones de índole grupal, individual y hasta utilizar técnicas de negociación, las cuales se utilizan en la mediación, para aprender a manejar los conflictos y situaciones.

Pese a que no todos los procesos de diálogo y mediación tienen resultados positivos, como se puede ver en el artículo “Mediación en Naciones Unidas, publicado por Kevin Brown en la Revista de Mediación, (versión electrónica), ciertamente no todo proceso de este tipo es efectivo. No obstante, entiendo que el intentar resolver los conflictos mediante el diálogo contribuiría a disminuir que personas inocentes adquieran una discapacidad para que de esta forma se puedan tratar de evitar que se trastoque la salud mental de un ser humano a consecuencia de actos violentos.

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Milton J. Garland Solá, MA. – Mlton tiene una maestría en Consejería Psicológica y actualmente es Mediador de Conflictos Certificado por el Tribunal Supremo de Puerto Rico.

Referencias:

http://www.un.org/spanish/disabilities/default.asp?navid=42&pid=1369

http://dle.rae.es/?id=brdBvt6

http://www.un.org/es/sg/messages/2008/mineawareness2008.html

https://revistademediacion.com/numeros/volumen-9-no-1/

Galián Paramio, Elena (coord.) (2013) Convivir con el Daño Cerebral Adquirido. Editorial Síntesis S.A. Madrid.

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Comunicado de Prensa – Comité de Prevención de Violencia

 

Comunicado de Prensa

4 de noviembre de 2016.

El Comité Permanente de Prevención de Violencia de la Asociación de Psicología de Puerto Rico (APPR) es un colectivo de profesionales y estudiantes voluntarios dedicados a promover la reflexión crítica y la acción social para propiciar el entendimiento y la prevención de las diversas manifestaciones de la violencia.

El pasado 2 de noviembre de 2016 ocurrieron unos hechos violentos que conmovieron al país, entre otras razones, porque las personas involucradas fueron 3 niños víctimas de su propio padre. Las redes sociales se llenaron de expresiones de dolor, de ‘shock’ pero también de solidaridad y de esperanza.

Según reportes de prensa y la versión de la Policía de Puerto Rico, un padre asfixió a sus tres hijos y cometió suicidio. Entre la información que ese día ofrecía la prensa, se desprende de que previo a este triste suceso, ocurrieron una serie de eventos de violencia contra la madre de estos niños. También se reportó que, alegadamente, hubo episodios de violencia doméstica en presencia de los menores. Actos de los cuales, según reportó la Policía de Puerto Rico y La Fiscalía de Ponce provocaron acusaciones criminales en contra del padre de los menores. De la misma versión de la Fiscalía se estableció que en la primera acusación los cargos de la violación a la Ley 54 de Prevención para la Violencia Doméstica no prosperaron. Sin embargo, en la última acusación el padre de los menores, estaba bajo fianza y grillete electrónico.

Cada vez que en nuestro país ocurren sucesos tan lamentables y conmovedores como éste, es frecuente escuchar  la expresión “!cómo está la salud mental en nuestro país!”. Ciertamente, el asunto de la salud mental en Puerto Rico no está siendo atendido de manera adecuada debido a la pobre calidad de servicios ofrecidos, la dificultad de acceso para poblaciones vulnerables, la falta de conocimiento sobre temas de salud emocional, entre otros aspectos. A esto se añade la falta de colaboración entre agencias para atender esta problemática de manera holística e integral empezando desde la educación sobre las diferentes manifestaciones de la violencia hasta el discurso que fomenta perspectivas sexistas, racistas, clasistas, homofóbicas, transfóbicas e influye las acciones tanto de instituciones como de personas.

Otro asunto importante para reflexionar es sobre el abuso de poder en las relaciones humanas. Las relaciones de pareja, las relaciones paterno o materno filiales se enmarcan desde una dinámica desigual. Ejemplo de esto es el padre que siente tener el poder de quitarle la vida a su hijo.  Es importante resaltar que debemos buscar fomentar relaciones en los diferentes contextos sociales (familiar, escolar, laboral, comunitario, etc.) que no se sostengan por medio de la desigualdad sino de la cooperación, el respeto y la autonomía personal.

Por lo tanto, hacemos un llamado a no depender exclusivamente de los modelos punitivos y de reacción para trabajar con los sucesos de violencia que vive nuestro país. Recomendamos utilizar lo que evidencia científica sugiere, que trabajemos con la violencia desde el Modelo de Salud Pública y la prevención. Que en lugar de castigar y buscar culpables aislados podamos reflexionar sobre las ideologías y los valores culturales que influyen en nuestras acciones y fomentan la violencia que en ocasiones termina en la muerte. A través de la educación a la población, de la colaboración entre diferencias agencias gubernamentales (Departamento de Salud, Departamento de Familia, Policía, Oficina de la Procuradora de la Mujer) se puede prevenir sucesos como estos. Por ejemplo: las campañas de “no balas al aire” en despedidas de años, las cuales han tenido el éxito en disminuir la práctica peligrosa de disparar al aire y a su vez una reducción de víctimas de balas perdidas.

El Comité de Prevención de Violencia recomienda trabajar con las víctimas de este suceso que incluyen familia, allegados y compañeros de Colegio de los niños fallecidos. También consideramos importante intervenir con el Colegio donde estudiaban éstos así como la comunidad donde residían, para mitigar cualquier daño emocional provocado por el suceso. El Comité de Prevención de Violencia de la APPR está disponible  para colaborar en lo que fuese necesario.

Finalmente, el Comité  y la APPR envían su más sentido pésame a los familiares, amigos, vecinos y demás allegados que han sido afectados por esta tragedia. Nos solidarizamos con su dolor y esperamos que con el tiempo puedan sanar estas heridas tan profundas.

Comité Prevención de Violencia

 

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UnknownComité de Prevención de Violencia – Asociación de Psicología de Puerto Rico

El Trabajo con la Violencia: Del Modelo Punitivo y Reacción a Prácticas Exitosas para su Prevención y Mitigación.

El Problema de la Violencia en Puerto Rico es uno que pareciera no tener manera de prevenir y mitigar la misma. Esto debido a que los modelos y prácticas de intervención que se utilizan en la actualidad estan enmarcados en un modelo punitivo y de reacción. Por eso es que no se observa progreso alguno creando asi la percepción equivocada de que no se puede hacer nada para prevenir la Violencia en Puerto Rico.
Organizaciones, instituciones como la Organización Mundial de la Salud y Centro de Control de enfermedades de EU y la evidencia científica apuntan a que la mejor manera para trabajar con la violencia es mediante la prevención. También nos señalan que debemos mirar la violencia como un problema de salud pública, por lo que se debe atender bajo este modelo. La violencia es un problema multifactorial que requiere esfuerzos multisectoriales para atender la misma. El primer paso que recomiendan los expertos y la literatura es que exista un compromiso gubernamental declarando la Violencia como un problema de salud publica y reenfocar sus estrategias a prácticas de prevención. Mientras sigamos con el modelo de reacción, el cual su responsabilidad recae en un Sistema de Justicia Criminal (policía, tribunales y parafernalia policiaca), continuaremos con los resultados epidémicos que tenemos ahora. La literatura refiere como este Sistema de Justicia consume cada día más y más las contribuciones de los ciudadanos en un modelo que solo busca lograr el control mediante la sanción y criminalización de la violencia. Ante la realidad económica que vive el Gobierno de Puerto Rico, se puede crear una preocupación generalizada irracional de que el trabajo con la violencia se va a ver afectado por la crisis economica. Algo que no debe generar preocupación debido a que la misma literatura señala la costo eficiencia de los Modelos de Prevención.

En Latinoamerica,  Estados Unidos,  Canada y Chile  se han llevado a cabo prácticas exitosas de prevención  que han logrado resultados impresionantes en cortos periodos de tiempo. Por ejemplo, en la decada de los 90’ la ciudad de Boston enfrentaba una ola de homicidios entre jovenes de 15 a 24 anos de edad como reslutado de guerras entre pandillas y la venta del “crack”. Se estableció un plan de trabajo llamado “Estrategia de Alianzas Improbables”, un esfuerzo multisectorial, el cual tenía el respaldo del Gobierno  Municipal y de la policía en conjunto con la comunidad, donde rescataban a los jovenes que estaban en las pandillas con el pretexto de «salvarle las vidas». Su rescate no era para encarcelarlos sino para ofrecerle recursos para lidiar con los problemas que estaban enfrentando estos jóvenes (falta de vivienda, adiestramiento, deserción escolar etc) Aunque la policía conocía los delitos que cometían estos jóvenes, la primera opción era el rescate. Este trabajo logró reducir en un periodo de 6 años los homicidios en la ciudad de Boston en un 60%.
En Bogotá, Colombia, su Alcalde de aquel entonces, Antanna Mockus(década de los 90’) logró llevar a cabo como plataforma de gobierno su plan “Cultura Ciudadana” para mitigar y prevenir la violencia que estaba en niveles epidémicos como eln Puerto Rico. La Cultura Ciudadana de Antanna Muckus, logró unir el divorcio que segun él, existía entre la Moral(individuo), Culrura(sociedad) y la Ética(ley). Basado en esta teoría logró reducir en un periodo de 3 a 4 años la tasa de homicidios. Entre las prácticas de intervención estuvieron, la vacunación contra la violencia, el desahogo,  el desarme voluntario, respeto de leyes de tránsito (mediante la utilización de mimos en las intersecciones imortantes de Bogotá) y la Ley Zanahoria para prevenir conductores bajo los efectos del alcohol.
En la actualidad Chile y Canada tienen la tasa de homicidios más baja en el Mundo. Esto debido a planes Gubernamentales y prácticas de prevención basadas en el Modelo de Salud Pública.

Licenciado Richard Santos García, MA
Psicólogo Consejero
Lic.# 3056

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¿Cuáles son tus recomendaciones para prevenir la  violencia? Déjanos saber en los comentarios.

CULTURANATURALEZA

La separación que pretendemos hacer entre YO y AQUELLO, como en cualquier aseveración dualista o binaria, insta a la fragmentación. Propicia la actitud de cortar, dividir, etiquetar, crear lemas, levantar banderas y causas que justifican la violencia (Powell, 1999). Identifiquemos los círculos viciosos de problemas que engendran estos procesos del pensamiento para movernos hacia la integración y la no violencia. Comencemos por reconocer la relación implícita en todo dualismo y con ello la falsedad de tal separación.

 

CULTURANATURALEZA

Cultura o naturaleza,

un acomodo en negación del otro,

que oculta con gran sutileza

la certeza del mismo rostro.

Pareciera que natural y cultural

fueran categorías descompuestas,

tan contrarias al comparar,

tan inconexas y tan opuestas.

Pero nada más lejos de la mutualidad

constitutiva de ambos aspectos,

la que implica en toda dualidad

la relación de sus elementos.

No sería lo cultural

sin que lo natural lo contradijera.

Qué sed saciaría un manantial

sin que la sequía la enriqueciera.

No habría expansionismo mundial

sin que lo regional lo resistiera,

ni se daría una gracia grupal

sin que el egoísmo se enalteciera.

Así, cada vez que acalora abajo

aparece nevada la cima

y si la suerte una esmeralda atrajo

el riesgo se asoma en la esquina.

Si la verdad se creyera en un hecho

del cielo se escuchan los retos al duelo,

tal si las manos se aferran al techo

los pies se resbalan en lodo del suelo.

Porque lo construido no se elevaría

sin un soplo natural desde lo hondo,

ni a ser figura lo natural llegaría

sin que lo construido fuera su fondo.

Ni lo construido ni lo natural

se formarían en campos puros

y a lo más que pueden aspirar

es a ser híbridos como ninguno.

Al fin, si es cultural o natural

será ilusión del que lo nombra,

ya que es imposible separar

el cuerpo de su propia sombra.

Albith Delgado Roque

Revisado, agosto 2015

 

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